domingo, 27 de enero de 2013

Carnaval, Carnaval...

Ya viene, se siente, ya está aquí la fiesta en la que todo vale. Sí, junto con Nochevieja, la de los disfraces es esa noche en la que escudado tras un grotesco atuendo puedes hacer casi de todo. A lo mejor otro día por mojarle la cara a alguien con una flor en la solapa te caen cuatro hostias, en Carnavales no, todo vale.

Y lo mejor de todo es que este año viene con nuevo temario. Si es que la actualidad político-social nos lo pone fácil. Este año cuántos veremos con el traje de las bodas y con un maletín con billetes que ponga "Suiza" o "Bankia"; de hecho, alguno de esa guisa yendo a trabajar por la mañana, se llevará algún comentario del borracho de turno que aun se arrastra por el carril bici: "¿Dónde vas Bárcenas?", "¡Dame algo para desayunar! ¡Chorizo!" No que repite. Pero vamos, lo veo venir. De hecho, creo que se han agotado ya las bandas de Miss para ir de Duque de Palma, porque anda que la familia real, no da juego. Este año, entre lo del Rey de Botswana y la Corinna vamos a ver elefantes con rifle, trajeados con muletas, y hombretones de pelo en pecho entallados en trajes de señora con peluca rubia, a mansalva. Va a honrarse la memoria de Benny Hill sin querer.

Dónde quedarán los clásicos disfraces de preso, pirata y monje que tanto nos han servido para las últimas horas. Sí, esos que nunca te vas a poner, pero acabas rescatando por no saber o no haber sacado tiempo de currarte uno. Muchas veces solamente nos hace falta pasar por la tienda de disfraces y comprar complementos de los mismos (que siempre salen de casa pero nunca vuelven), una navaja de medio metro para el preso, un pistolón o espada para el pirata y una botella de cognac para el monje, bueno, esa la llevas puesta durante la noche. Porque otra cosa no pero beber, lo que es beber, en Carnavales se bebe tanto o más que en Nochevieja. Yo creo que a alguno de hecho lo sabe y va disfrazado de borracho, con la ropa de todos los días pero mamado perdido. Para qué engañarnos ¿verdad? ¿a qué hemos venido, pues?

Los gaditanos por ejemplo son más de chirigotas, (otras que este año tendrán que pagar derechos de autor a Urdangarín y Cia. porque las ideas se las han dejado a huevo) y los canarios de coger travestis y vestirlos como Norma Duval. Pero las gentes del norte, entre el tiempo y lo fríos que somos, valga la redundancia, somos más de beber y disfrazarnos de algo que no importe manchar y que nos tape la cara. Por si nos la parten cuando le faltemos a alguno con traje...

viernes, 18 de enero de 2013

chorizos, balas y guillotinas

Con la aparición de nuevos casos de corruptela (y lo que te rondaré morena) han ido apareciendo por las redes sociales multitud de eslóganes más o menos graciosos y me he quedado con dos y media: "tanto gilipollas y tan pocas balas", "no hay pan para tanto chorizo" y algo sobre afilar la guillotina como hizo Robespierre.

Ahora todo se centra en Suiza D'or, lugar de corrupciones. La verdad es que siempre he creído que Suiza era un país bucólico, de precisión relojera y aroma a chocolate Milka, pero de un tiempo a esta parte veo que es un sitio donde nuestros "chorizos con label" llevan su dinero a reposar (¿o debería decir rebosar?). Se sabía que los Rolling Stones se cambiaban la sangre allí, aunque no sabíamos quién era el pobre tonto que se quedaba con la de Richards, pero debía cobrarlo bien, al menos eso espero. Pero lo que no sabía, era que los políticos, cambiaban maletines de pesetas/€uros por llaves de cajas de seguridad.

Y aquí es donde planteamos la cuestión. ¿Por qué cojones seguimos siendo los tontos los de siempre? Esto es como quedársela tres veces seguidas al "un, dos, tres, carabim, bom, bam", que es difícil de cojones no ver que alguno se hubiera movido. Siempre había excusitas, como ahora, es que fulano me ha empujado, que yo no he firmado esos documentos, es que te has girado antes de decir "bam", es que... ERES GILIPOLLAS. Pues eso, que los que nos roban con sus sueldos, pocos impuestos y pensiones vitalicias, los que subvencionan sus partidos con dinero público, los que enchufan a familiares o a sí mismos en puestos directivos de empresas a las que protegen o construyen estaciones de AVE en sus fincas, los que en resumidas cuentas (suizas) se lo llevan "crudo", no tienen suficiente con eso y evaden, aparte de su trabajo, el dinero que nos roban. Yo creo que ese delito es peor que asesinar. Porque al final matan a gente de hambre y desesperación. Y matan con los billetes que hacen falta para salvar al país que tanto quieren y del que nos tenemos que sentir orgullosos con la desvergüenza y la impunidad que ellos mismos han creado.
Así que, sinceramente, creo que una vez más, que tenemos lo que nos merecemos, y si no lo merecemos, hagamos algo. La revolución empieza por uno mismo y si meterle cuatro tiros a uno de estos indeseables implica irte al trullo, habrá que utilizar la única arma que conocen, sacarlos del sistema que han creado. Votar de verdad todos juntos a una opción que acabe con todos en la cárcel, previa devolución de lo robado.

Yo de todas maneras, si fuera usted iba afilando la guillotina, aunque sea la del curro, esa que tiene para los folios, porque como esto siga así vamos a necesitar más de una, que no hay tanto pan ni balas para tanto HIJODEPUTA.
  

viernes, 4 de enero de 2013

Queridos Reyes Esclavos

Muy duro me he levantado esta mañana y no es lo que estáis pensando, que también. Pero es que de unos días aquí (principalmente por las fechas en las que andamos) llevo estudiando como buen ex-sociólogo la saciedad de consumo, perdón, la sociedad... Veo a esos trabajadores (muchos de ellos ahora en paro) padres y madres haciendo colas inhumanas para empaquetar los regalos de sus queridos hijos y veo con ojos como platos, de sopa, fría, que son ellos los que sufren en silencio las hemorroides del sistema.

El mismo sistema que tiene el calendario trucado de fechas señaladas: en enero los Reyes Magos, en febrero San Valentín y Carnavales, en marzo el Día del Padre, en abril Semana Santa, en mayo el Día de la Madre, en junio regalos para fin de curso, en julio-agosto vacaciones, en septiembre la vuelta al cole, en octubre puente de la Inmaculada más Halloween, en noviembre nada pero, prepárate que viene diciembre con puente de la Constitución y Navidades. La verdad es que todo ese consumismo nos lo han creado y nosotros mismos lo hemos asimilado como nuestro, y si lo pensamos bien no nos hace falta.

Si quitamos los días superfluos o días del Corte Inglés como yo los llamo, y nos quedamos con los gastos "obligatorios" de la vuelta al cole o de las diferentes vacaciones ya nos ahorramos una pasta. Carnavales mola, pero recuerdo que antiguamente o te hacías el disfraz con cuatro cosas o usabas el mismo cinco años. Recuerdo el disfraz de preso que me duró hasta la condicional. Y las vacaciones, pues al pueblo coño. Nos han vendido la moto de que si no vas a Punta Cana una vez en la vida con la pulserita a tostar la lorza por dentro y por fuera no somos nadie, pero la verdad Punta Cana entre nosotros, es una puta mierda, ni una piedra para ver o arrojar al mar. Y en cuanto los gastos del colegio, pues en cierta manera son los que son, pero si el sistema quisiera no pagaríamos ni un duro. Yo estudié en USA un año y no pague por libros porque eran del colegio y había que devolverlos, los ejercicios los hacías en fotocopias y el autobús era gratuito, sin calefacción pero bueno, el roce, como dice Wert en las aulas, hace el cariño.

Pero quizás lo peor es que el sistema está hecho a medida, porque mientras tengamos que seguir pagando "cosas" nos tienen enganchaditos al mismo. Si quieren, te crean las necesidades, el móvil por ejemplo. Antiguamente se quedaba a las cuatro en la plaza y de ahí no te movías pero si lo hacías, la vuelta era la misma y te acababas encontrando. En la ciudad igual. Mi madre nos llevaba de compras o de paseo y mi padre siempre nos encontraba a la salida del trabajo. Eso era un GPS y lo demás chorradas. Ahora es:
- ¿Por donde andáis?
- Pues por aquí, entre el bar de siempre y la tienda esta.
- Vale, me acerco y os pego un toque cuando llegue.
Ya veis, dos llamadas para no decir nada y verse donde siempre. Y luego nos quejamos de que Urdangarín tenga sueldo vitalicio de Movistar.

Y para terminar, decir que los gastos de Navidad, sobre todo en regalos para los niños están bien para mantener la ilusión, pero que nos pasamos, no hacen falta tantos, ni tan caros, después los usan tres días y acaban en el fondo del cajón. Habría que fomentar más el reciclaje y la segunda mano, de hecho, el ser humano envidioso por naturaleza anhela por un lado lo que no tiene y por otro, lo que tiene el vecino (y el hijoputa te restriega) y lo bueno sería usarlo quince días e intercambiarlo. Así que yo este año, me he decidido a regalar sólo una cosa, pero a mi que me traigan tres o cuatro ¿eh?. Y de intercambiar, bueno de eso ya hablaremos en otra ocasión que no quiero seguir duro.

miércoles, 2 de enero de 2013

Próspero ano nuevo

Bienvenidos todos, incluído tú 2013, que ya puedes ser mejor que el 2012 porque si no te van a colgar el sambenito de número gafe seguro. Como si fuera culpa tuya.

Una vez escuche que quien no tiene un blog, no tiene escaparate, que sí, que Facebook está de puta madre pero solo lo ven tus "amigos" y algún familiar que en este momento hubieras deseado no haber aceptado como tal. Y aunque a lo mejor esto tampoco lo acaba leyendo nadie, era uno de los propósitos para este año y que mejor que hacerlo el mismo día 2. Sí, porque todos sabemos que el día 1 de enero de cualquier año no vale para nada, de hecho, hay quienes mantienen la afirmación de que debería pertenecer aun al año anterior. Es un día de resaca, de aguante familiar con cara de pirrilera y sobre todo de traspaso de poderes. El típico día de "mañana empiezo".

Y ¿de qué va a ir este blog? Pues ni puta idea. De momento de soltar sandeces, pero sobre todo rápidas, porque las que se dicen sin pensar mucho son las más divertidas, de ahí el nombre. "El último puchi" era una expresión que se hacía cuando éramos niños, en mi caso allá por los 70. Uno echaba a correr, la mayoría de las veces por mero aburrimiento y soltaba la frase, y como "ser puchi" debía ser peor que ser gilipollas, pues eso, todos a correr. Además, como no tengo Twitter (aun) y necesito un espacio donde expresar (y expreséis) esas líneas de más que no caben en solo cinco, pues me he lanzado. Aquí vale todo, sobre cualquier tema, candescente o incandescente. Y una vez metida esa palabra, siempre había querido hacerlo, al lío. Hoy voy a hablar de los sms o what'sapps de Nochevieja y/o en general de Navidad.

Existen dos tipos, las bobadas en bucle donde predominan las tetas y culos pintados con el año en cuestión y con frases tan redundantes como: "si este año te ha ido como el culo, al menos espero que el siguiente te venga como este". Y por otro lado están los de exaltación de la amistad y el buen karma. La verdad no sé cuáles odio más. Los primeros por cansinos y repetitivos, y los segundos porque normalmente te los manda "gente". Y digo gente, porque en muchas ocasiones no son amigos, ni siquiera de Facebook, que ya sabemos todos que son amigos de segunda. Porque los de primera, se cuentan con los dedos de una mano o dos si eres de Bilbao. Esa "gente" incluye sobre todo a ex-compañeros de los diferentes trabajos que has tenido en tu vida que no se acuerdan de ti nunca, pero te mandan un emotivo: "para que tú y los tuyos tengáis lo que os merecéis, mis mejores deseos para este año que viene sea próspero de verdad". Te juro que me dan ganas de salir con una recortada y pegarle dos tiros a ese hijo de puta. Aunque también de sembrar cebada en el balcón, porque cuando escucho la palabra "próspero"me veo a mi mismo como al granjero de Gigante Verde, con peto vaquero, carretilla y sombrero de paja, en mitad de trescientos acres de plantación.

Y me pregunto ¿Por qué no hacemos lo mismo durante todo el año? De esa manera estaríamos entrenados para Navidades y por otro lado descartaríamos de nuestra agenda a un montón de "gente" que seguramente no enviarían ningún mensaje porque realmente no se acuerdan de ti en todo el año. Además, aumentaríamos nuestra creatividad: una foto de las hermanas Cruz en trikini con mensajes tipo: "ya que tu jefe te ha dejado sin Semana Santa, espero que puedas cargar con estas dos cruces"; o una foto de Rouco en gallumbos marcando un paquete tremendo con el mensaje: "deja que esta Semana Santa crezca tu interés por la religión". Para celebrar los puentes podríamos enviar fotos de chavalas en cueros o culos o tetas los diferentes puentes del Estado adornando las mismas con: "que pases bien este puente" o "si esta vez no haces puente que sepas lo que te pierdes, pringao". Al fin y al cabo este es un país de dar envidia y alardear de lo que no tienen los demás. Así nos va. De hecho, creo sinceramente que nadie que dice próspero, lo dice verdaderamente deseándolo. Parece que en la palabrita forzada, viene intrínseco el "ante todo que me vaya mejor a mí que a ti".

Ni puto caso, yo sí que os deseo un próspero ano nuevo, de corazón porque el que nos están dejando los gobernantes está ya tan cedido que ni sentimos ni padecemos.