Hola, venía de Bruselas, ¿me abre?

En estos tiempos que corren, fríos y desangelados, un atisbo de esperanza corre como la sidra por la venas de los vasquitos con la llegada de Santo Tomás. Sí amigos y amigas, dejemos a un lado la hipocresía y digamos las cosas a la cara. La Navidad apesta. La familia más. Estas quedadas inoportunas y obligatorias en las que desear "Felices Fiestas y Prospero Año Nuevo" a personas conocidas, o no, indeseables compañeros de trabajo a quienes pisotearíamos si pudiéramos, buaj, solo pensarlo se me revuelve el tercer estomago (es que soy de Melmack). Pero como he dicho anteriormente, llega Santo Tomás y al menos eso salva estas fechas de hipocresía y amor de lazo rojo y papel verde o viceversa que para eso en este blog escribimos siempre con cariño para los daltónicos.

Y es que este Santo es especial, de hecho, debiera ser el patrón de las fiestas de invierno y alargar el día 21 por abajo o por arriba entre tres o cuatro días más, para que no se haga tan larga la espera hasta las fiestas de verano. De todas formas si lees esto desde fuera de Bilbao o Donosti, nunca lo entenderás. De hecho desde la Comisión Oficial para la Abolición de los Fuegos Artificiales por una Aste Nagusia de Invierno (están estudiando un nombre y unas siglas más reducidas porque con este nombre tan largo no se comen nada en las primarias de Olabeaga) hay un minucioso estudio de que Bilbao podría organizar una Winter Aste Nagusia de plenas garantías en estas fechas. Sin duda, esta moción, debería estar en el Arenal, en una mesa junto a los antitaurinos y a los del partido del Karma y se verían las firmas recogidas a cientos porque lo que la gente quiere es fiesta. En épocas de crisis y tristeza es lo que impera.

 Y hablando de tristeza, vayamos al meollo de la cuestión por la que -por fin- he decidido retomar el blog. La primera noticia triste es que el PP ha decidido, de forma democrática por supuesto, no entrar siquiera a debatir una propuesta del grupo Izquierda Plural, para que no se pueda cortar la luz en estas fechas a aquellas personas que no puedan pagarla. No sé si hace falta extenderme en comentarlo porque se explica por si solo, pero sí creo que estos neoliberales europeos y sus colegas de las multinacionales están monopolizando los recursos mundiales. La luz cada vez está más cara, pero luego nos venden que la Fractura Hidráulica (Fracking) es necesaria para abaratar la primera y tener otra fuente de energía a costa de joder el planeta. Hace poco leí que el presidente de Nestlé había dicho que "el agua no es un derecho y debería estar privatizada" y al igual que con el chocolate, si os informáis, veréis que este holding y su abanico de empresas, están comprando y guardando agua y cacao para en un futuro, cuando escaseen, venderlos a precio de oro. Podríamos seguir, pero en resumidas cuentas, se trata de esclavizar.

A colación de esto viene la segunda noticia triste y esta viene de Bruselas como la señorita de la foto, que bien pudiera ser de Erandio, pero viene de parte de los Bruselianos. Son una raza aparte, quizás no de este planeta, pero sí afincados y apoltronados en ella, porque sacándose otra ley, obligarán a tener en las viviendas un certificado de eficiencia energética. Por ahora sólo para los pisos en alquiler o en venta, pero tiempo al tiempo. ¿Y para qué sirve?  "Se pretende concienciar a los futuros compradores e inquilinos y fomentar la demanda de inmuebles eficientes desde el punto de vista energético. La intención es que al informar sobre el comportamiento energético de un inmueble, es decir, su demanda energética y sus consumos en función a sus instalaciones, éstos asimilen que aquellos inmuebles con mejor calificación energética serán los que menos energía consumirán y por lo tanto sus facturas anuales serán menores." Para sacarnos los cuartos. Sí amigos, nos venden la moto de las energías renovables, de que tenemos que desenchufar porque la lucecita roja del "stand by" está descongelando el polo sur, y que la calefacción solamente un par de horas es suficiente, ¡los cojones!, pero la factura sigue subiendo y los bolsillos de los ex-presidentes colocados en los consejos de Endesa e Iberdrola, también.

Y por último, esos "gentiles monstruos", los Bruselianos, vienen a decirnos que los clubes de fútbol que no son Sociedades Anónimas Deportivas (Athletic, Osasuna, Real Madrid y Barcelona) deben convertirse porque si no juegan con ventaja respecto al resto. Y es que reciben subvenciones de las arcas públicas como cualquier entidad deportiva o como la Fundación Noos. O sea lo que antes era normal, ahora no vale. Lo que antes era deporte y estaba bien que dependiera de los socios y abonados, ahora está mal y debe pertenecer a un magnate del petróleo árabe o a un señor de las armas ucraniano. Dicho señor, no tiene que justificar nada, puede venir, cambiar la camiseta del equipo, ponerle publicidad del Puticlub Valkiria y después cuando el equipo vaya mal, abandonarlo, dejarlo en Ley Concursal, con deudas a Hacienda y a la Seguridad Social y no pasa nada. Hay algo detrás que huele raro y me parece que los intereses por los que quieren ese cambio son otros.

De todas formas, por comentar, si en estas semanas llaman al timbre de abajo y dicen que vienen de Bruselas, no abráis por si acaso.